Viento bus: Antología literario por un rojo amanecer

A MODO DE PREÁMBULO
Estoy convencida de que el lenguaje es capaz de construir realidad y que la unidad del pueblo construirá el futuro como muy bien lo dijo el Compañero Presidente, organizar las grandes mayorías requiere convicción, grandeza, solidaridad, visión de futuro y objetivos claros que permitan abrir las grandes alamedas... Pero, qué tiene que ver este preámbulo con Juan de la Luz y las páginas de Vientobus, como lo hace, desde que lo conozco, Don Juan habla consigo mismo "como jugando" y se va transformando poco a poco en demandante del "Cro. Pablo" y también en su vocero oficial. Es en esa tarea, autoimpuesta hace tiempo, donde alcanza altura pedagógica. Cita poemas de aquí y de allá, pero deja en el misterio el resto de la obra nerudiana, iluminando así sólo el inicio del camino a través de pequeñas pistas que nos obligan a retomar la lectura y desempolvar por ejemplo "Canto General" para releerlo a la luz de los acontecimientos que hoy nos golpean y nos convocan.
Utilizando un lenguaje, aparentemente, simple y coloquial nos entrega o nos deja caer su propia biografía, su historia de niño criado en las quebradas del' puerto principal", su lucha de trabajador y obrero, sus experiencias de hombre libertario, sus enseñanzas de padre y abuelo (de los propios y los ajenos) у por sobre todo su compromiso de poeta popular que escribe desde y para el pueblo en una especie de "venganza cultural" contra los intelectuales que no entienden nada de cultura y son "sordos al canto natural" como decía Violeta… Juan de la Luz es vocero de Recabarren, de Allende, de Neruda, de Violeta y Víctor Jara y lo hace bien, el mensaje se entiende y se agradece. No importa que insista en escribir a la Soledad, no está solo, sucede que en su prisa no advierte lo necesario y esclarecedor que es para otros su trabajo y su canto...
María Gonzales C.
La Ligua, agosto 2013